¿Podemos modificar las ganas de nuestros jugadores? ¿Hay herramientas para que se atienda el proceso y no solo el resultado? ¿Qué hago para anticipar los beneficios de un objetivo que está lejos de aparecer? ¿Cómo trabajar la motivación de mis deportistas? Estas pregunta tienen todas las papeletas para convertirse en una serie. Las temporadas y los capítulos, as usual, dependen de cuánto amor me deis. Así que ya sabéis.

Posiblemente una de las capacidades que más valor ha generado a su alrededor, no siempre por su presencia, ha sido la de saber cuándo detenernos a observar. Acompañado de un fabuloso silencio, es complicado captar ciertos detalles si el ruido privado y externo es constante.

Ya tenía pensado escribir este texto desde hace tiempo, pero este titular fue el detonante de lo que aquí estás leyendo. Básicamente decía (por si no os apetece pinchar en el enlace) que: ‘El elogio debilita y la autocrítica fortalece’. Obviamente esta afirmación carece de cualquier sustento que se pueda considerar válido, efectivo o meramente útil. Pero entonces, ¿por qué continúa tan presente entre los contextos deportivos? Acompañadme en este bonito día.