

Hablando de intuición hace un par de semanas se me quedaron algunas cosas en el tintero, relacionadas con todo ese afán por intentar entender y explicar el comportamiento en base a conceptualizaciones neurocientíficas y apoyadas en cerebros de colorines. No vengo ni mucho menos a desmontar, sino a aportar perspectiva a las batallas que elegimos y darnos validez en las que nos competen.

Es sin duda llamativo como en una época de constante contacto virtual hay situaciones que para nada reflejan lo que luego se traslada, no solamente a la vida real, sino a las prioridades a nivel social. En este caso no os engaño si os digo que el interés percibido por el colectivo deportivo en torno a la Psicología difiere mucho y demasiado con la materialización real de esa curiosidad.

Kyle Singler, el ejemplo de que no sabemos nada. Porque quién va a pensar que un jugador de su experiencia, contrastado y asentado tanto en NBA como en Liga Endesa, deje, no solo el equipo en el que jugaba esta temporada (Iberostar Tenerife), sino el baloncesto a nivel profesional.
Conecta conmigo
Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. más información
Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.