Vivimos en la era del malestar de la burbuja, con el punto de mira siempre fijado en ti, cada vez que algo te desubica.
El auge del estás mal, no estés mal sólo consigue aumentar la frustración de tener un camino delante sin saber cómo recorrerlo, mientras acarreas con el juicio constante provocado por el momento que vivimos.
Aquí llega el lenguaje, causa y a la vez solución de tus problemas. La herramienta que más a mano tenemos para encargarnos de aquello a lo que llamamos ansiedad, depresión, estrés, etc. Porque sí, un problema existe en tanto en cuanto lo es PARA TI.
Las palabras son como una olla vieja sobre la cual marcamos toscos ritmos para que bailen los osos, mientras al mismo tiempo anhelamos producir una música que derrita las estrellas. Decía Flaubert en Madame Bovary.
Nuestro lenguaje se sostiene en una percha muy inestable, pero es lo único que tenemos.
Por eso es necesario, mediante ese mismo mecanismo, construir una realidad que te ayude a adaptarte mejor a las situaciones que vas experimentando. El camino se forja desde esa sana relación.
Preguntarte si lo que estás haciendo resuelve el problema. ¿O solo lo esconde hasta que vuelva a aparecer?
O de ver cómo te relacionas contigo mismo… ¿le hablarías a tu mejor amigo de la misma forma que lo haces contigo?
De saber que NO estás desmotivado porque te levantaste con menos serotonina. Las ganas, la confianza o la autoestima se construyen.
Y ni mucho menos estás construido para esa constante autocrítica desmedida. Esa carrera de la rata que nos han obligado a correr, mientras poco a poco morimos por banales comparaciones.
Al psicólogo se viene a hablar, eso está claro. Pero lo que no te cuentan las pelis es que también hay que trabajar.
Estableceremos objetivos que vayan encaminados a:
Entre otros muchos aspectos que seguramente surjan durante el camino
Una vez desgranemos la vía de trabajo, entre otras muchas cosas, aplicaremos una serie de herramientas encaminadas a la consecución de esos objetivos:
En definitiva, procesos que formarán parte de tu vida, siempre con la siguiente premisa: trabajar para que en un futuro no dependas de mí.
Mi metodología se basa en entender el origen de las situaciones que estás viviendo actualmente, además de responder al ‘por qué me siento como me siento’, y así modificar los porqués de su mantenimiento.
Todo esto desde la perspectiva científica que aporta el análisis conductual del comportamiento. Psicología pura y dura.
Cada sesión tiene un precio de 60 euros, con una duración estimada de 60 minutos.
La frecuencia es normalmente semanal, aunque siempre flexible y dependiente de tu caso.
Las sesiones se podrán desarrollar tanto de forma presencial (en Granada) como de manera online, a través de la plataforma Whereby. Sencilla de usar y respetuosa con tu privacidad.
Los comienzos de cualquier trabajo psicológico son claves en tu evolución. Por eso la primera sesión tiene el mismo valor económico que cualquier otra.
La duración de cualquier proceso psicológico es complicada de estimar sin información de tu caso.
Pero sí puedo decirte que mi objetivo como profesional es que tú termines por no necesitarme. Buscaremos una total transferencia de las herramientas que trabajemos en las sesiones, para que termines siendo 100% autónomx con tu Psicología.
Al psicólogo se viene a hablar, eso está claro. Pero lo que no te cuentan las pelis es que también hay que trabajar.
Estableceremos objetivos que vayan encaminados a:
Entre otros muchos aspectos que seguramente surjan durante el camino
Una vez establecida la hoja de ruta, aplicaremos una serie de herramientas encaminadas a la consecución de esos objetivos:
En definitiva, procesos que formarán parte de tu vida, siempre con la siguiente premisa: trabajar para que en un futuro no dependas de mí.
Mi metodología se basa en entender el origen de las situaciones que estás viviendo actualmente, además de responder al ‘por qué me siento como me siento’, y así modificar los porqués de su mantenimiento.
Todo esto desde la perspectiva científica que aporta el análisis conductual. Psicología pura y dura.
Cada sesión tiene un precio de 60 euros, con una duración estimada de 60 minutos.
La frecuencia es normalmente semanal, aunque siempre flexible y dependiente de tu caso.
Las sesiones se podrán desarrollar tanto de forma presencial (en Granada) como de manera online, a través de la plataforma Whereby. Sencilla de usar y respetuosa con tu privacidad.
Los comienzos de cualquier trabajo psicológico son claves en tu evolución. Por eso la primera sesión tiene el mismo valor económico que cualquier otra.
La duración de cualquier proceso psicológico es complicada de estimar sin información de tu caso.
Pero sí puedo decirte que mi objetivo como profesional es que tú termines por no necesitarme. Buscaremos una total transferencia de las herramientas que trabajemos en las sesiones, para que termines siendo 100% autónomx con tu Psicología.
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